MANUEL REINA MONTILLA nació en Puente Genil, provincia de Córdoba, el 4 de octubre de 1856 . Fue un político, periodista y poeta, precursor del Modernismo. Fue también uno de los grandes innovadores del lenguaje poético de fines de siglo XIX.
Hijo de Manuel Reina Morales y Amparo Montilla Melgar, su era familia muy pudiente y disfrutó siempre de posición económica desahogada. Tuvo una temprana formación cultural y académica. Así, con dieciséis años, sus versos comienzan a destacar en calidad y originalidad y su vocación le lleva a redactar alguna revista manuscrita, ya en sus tiempos de Bachillerato, que estudió en Córdoba y ya entonces leyó a poetas románticos y posrománticos como Víctor Hugo, Heinrich Heine o José de Espronceda que habrían de influir en su vocación poética.
Hijo de Manuel Reina Morales y Amparo Montilla Melgar, su era familia muy pudiente y disfrutó siempre de posición económica desahogada. Tuvo una temprana formación cultural y académica. Así, con dieciséis años, sus versos comienzan a destacar en calidad y originalidad y su vocación le lleva a redactar alguna revista manuscrita, ya en sus tiempos de Bachillerato, que estudió en Córdoba y ya entonces leyó a poetas románticos y posrománticos como Víctor Hugo, Heinrich Heine o José de Espronceda que habrían de influir en su vocación poética.
Posteriormente hizo derecho en Sevilla, Granada y Madrid. Su primer poema aparece publicado en la revista El bazar, en 1874. Su primer libro, Andantes y Allegros”, es de 1877 cuando el poeta tenía solamente 18 años.
EL VINO EXTRANJERO
Desatados los bucles de oro,
desnudos los pechos,
diamantinos, redondos y blancos
cual flores de almendro.
Encendida la faz, las pupilas
placer despidiendo,
y en la boca sonrisas, perfumes
y lúbricos besos.
Las dos bellas, al par, presidían
el banquete regio.
Y yo al verlas, marchitas y hermosas,
cantando y riendo,
con la aurora en la frente divina,
la noche en el sereno,
de mis ojos cayó ardiente lágrima
al vaso bohemio,
dibujando en el rico Champagne
un surco de fuego.
Desde entonces, si llevo a los labios
el vino extranjero,
se entristece mi alma y figúrome
que lágrimas bebo.
MANUEL REINA
Sus ideas sobre la poesía pueden consultarse en Poéticas.
COMENTARIO
El poema El vino extranjero, es un recuerdo de su juventud, de cuando bebía champán en compañía de dos mujeres hermosas que amaba.
En el poema compara a esas mujeres alegres y sensuales con el champán y con otros placeres, lo que es un rasgo típico del Modernismo: el tono de nostalgia al expresar la tristeza por la juventud y el amor perdidos.
Explica el poeta también qué pasó ese día: cómo reían, cómo disfrutaban juntas y cómo él ya pensaba que ese instante de felicidiad pasaría pronto. Ahora, al tomar de nuevo ese vino espumoso, recuerda el placer que sintió en su presencia y no puede evitar llorar otra vez.
Omar Aixendri Marin
Omar Aixendri Marin
4B 31-Mayo-2010
Te he revisado el comentario para ajustarlo al contenido y te he puesto la foto que tanto te costaba colgar.
ResponderEliminarProcura revisar bien el texto antes de publicarlo, indicar siempre la fuente de los datos que das y poner vínculos a otras páginas.
Saludos.