Ramón María del Valle-Inclán nació en Villanueva de Arosa el 28 de octubre de 1866 y murió el 5 de enero de 1936 en Santiago de Compostela.
Fue dramaturgo, poeta y novelista, formó parte del “Modernismo de España” y se encuentra próximo a la “Generación del 98”. Es uno de los autores claves de la literatura española del siglo XX.
Procedía de casa noble pero venida a menos. Empezó a estudiar derecho por imposición de su padre, impartía clases particulares de latín, pero pasaba más tiempo en los cafés que en las aulas.
En 1888 publicó sus primeros trabajos literarios en la revista “Café con gotas” de Santiago y en 1889 su cuento “A media noche”.
En 1890, al morir su padre, abandonó la carrera de Derecho, se trasladó a Madrid durante dos años, colaboró en periódicos, después viajó a México y seguidamente volvió a España, le amputaron un brazo.
Estaba en contra de la dictadura de Primo de Rivera e incluso llegó a entrar en la política, presentándose a diputado por La Coruña a los 60 años de edad, aunque no salió elegido. En 1933 es nombrado director de la Escuela de Bellas Artes de Roma y viajó a Italia, regresó al poco tiempo y murió.
Su producción narrativa se inicia en el Modernismo: “Femeninas", "Epitalamio”, sus cuatro “Sonatas”, y “Flor de santidad”. La obra poética de Valle-Inclán está reunida en la trilogía “Claves líricas” (1930): “Aromas de leyenda”, “El pasajero” y “La pipa de Kif”. Finalmente, el teatro de Valle, su producción más importante, se divide en cinco períodos:
- Ciclo modernista: “El marqués de Bradomín”
- Ciclo mítico: “Comedias bárbaras”
- Ciclo de la farsa: “Tablado de marionetas para educación de príncipes”
- Ciclo esperpéntico: “Los cuernos de don Friolera”, "Luces de Bohemia" y "Divinas Palabras", entre otras.
- Ciclo final: “Relato de la avaricia, la lujuria y la muerte”
Los cuernos de don Friolera
(fragmento)
(Don Friolera y Doña Loreta riñen a gritos, baten las puertas, entran y salen con los brazos abiertos. Sobre el velador con tapete de malla, el quinqué de porcelana azul alumbra la sala dominguera. El movimiento de las figuras, aquel entrar y salir con los brazos abiertos, tienen la sugestión de una tragedia de fantoches.)
DON FRIOLERA: ¡Es inaudito!
DOÑA LORETA: ¡Palabrotas, no!
DON FRIOLERA: ¡Dejarte cortejar!
DOÑA LORETA: ¡Una fineza no es un cortejo!
DON FRIOLERA: ¡Estás buscando que te mate, Loreta! ¡Que lave mi honor con tu sangre!
(Don Friolera blande un pistolón. Doña Loreta, con los brazos en aspa y el moño colgando, sale de la casa dando gritos. Don Friolera la persigue, y en el umbral de la puerta, al pisar la calle, la sujeta por los pelos.)
DON FRIOLERA: ¡Vas a morir!
DOÑA LORETA: ¡Asesino!
DON FRIOLERA: ¡Encomiéndate a Dios!
DOÑA LORETA: ¡Criminal! ¡Que con las armas de fuego no hay bromas!
(Ábrese repentinamente la ventana del barbero, y éste asoma en jubón de franela amarilla, el pescuezo todo nuez.)
PACHEQUÍN: ¡Va el pueblo a consentir este mal trato! Si otro no se interpone, yo me interpongo, porque la mata. (Empuñando un estoque de bastón, salta a la calle, y con su zanco desigual se dirige a la casa de la tragedia.)
DON FRIOLERA: ¡Traidor! Te alojaré una bala en la cabeza.
PACHEQUÍN: ¡Verdugo de su señora, que no se la merece!
DON FRIOLERA: ¡Ladrón de mi honor!
DOÑA LORETA: ¡No te ofusques!
DON FRIOLERA: ¿ Loreta, quién te dio esa flor que llevas en el rodete?
PACHEQUÍN: No vea usted en ello mala intención, mi Teniente.
DOÑA LORETA: ¡Pascualín!
DON FRIOLERA: Con vuestra sangre lavaré mi honra. Vais a morir los dos.
PACHEQUÍN: ¿Vamos a dejar que nos mate como perros? ¡Doña Loreta, no puede ser!
DOÑA LORETA: ¡Pachequín, tenga usted esta flor, culpa de los celos de mi esposo!
(Doña Loreta, con ademán trágico, se desprende el clavel que baila al extremo del moño colgante. Pachequín alarga la mano. Don Friolera se interpone, arrebata la flor y la pisotea. La tarasca cae de rodillas, abre los brazos y ofrece el pecho a las furias del pistolón.)
DOÑA LORETA: ¡Mátame! ¡Moriré inocente!
DON FRIOLERA: ¡Morirás cuando yo lo ordene!
(Una Niña, como mona de feria, descalza, en camisa, con el pelo suelto, aparece dando gritos en la reja.)
LA NIÑA: ¡Papito! ¡Papín!
DOÑA LORETA: ¡Hija mía, acabas de perder a tu madre!
(Don Friolera arroja el pistolón, se oprime las sienes, y arrebatado entra en la casa, cerrando la puerta. Se le ve aparecer en la reja, tomar en brazos a la niña y besarla llorando, ridículo y viejo.)
Trailer de la obra en Youtube (Teatro Español de Madrid)
Comentario personal
Don Friolera y doña Loreta discuten porque don Friolera cree que su mujer le engaña con un vecino y piensa que para limpiar su honor tienen que morir la mujer y el amante.
Esta obra pertenece al ciclo esperpéntico, en que se presenta una visión deformada y grotesca de la realidad. Además, es una tragicomedia ya que existen situaciones cómicas dentro del marco trágico de la obra.
Como intención, ridiculiza la idea establecida de que los hombres tienen que limpiar su honor matando a su esposa si ésta les ha sido infiel.
Sergi Fernández
Excelente.
ResponderEliminarEl comentario queda un poco escueto, pero es correcto.
Saludos,
Francisco