lunes, 24 de mayo de 2010

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

Juan Ramón Jiménez (1881-1958) nació Moguer (Huelva), pero desde joven se trasladó a Madrid, donde destacó como poeta.

En su viaje de novios escribió una de las obras fundamentales de la poesía española del siglo XX: Diario de un poeta recién casado (1916), que señala el fin del Modernismo.

Al iniciarse la Guerra Civil, en 1936, abandonó el país y se dedicó a dar clases en universidades americanas. Se trasladó finalmente a Puerto Rico, donde vivía cuando le concedieron el premio Nobel de Literatura en 1956.

Su obra más importante quizá es libro de prosa poética titulado
Platero y yo. Por él se le conoce en todo el mundo hispánico.

Respecto a su trayectoria poética,
Juan Ramón Jiménez fue el principal maestro de los escritores de la Genración del 27. Empieza siguiendo las tendencias modernistas para evolucionar posteriormente hacia la denominada poesía pura.

La etapa modernista, que es la que interesa ahora, presenta una poesía que refleja estados de ánimo muy variables: desde el entusiasmo ante lo bello y el afán por descubrir en la naturaleza una realidad superior, al tono melancólico de desencanto ante la vida presente. Pero siempre se trata de una poesía muy sensual, llena de imágenes sugerentes.


POEMA:


Amo el paisaje verde por el lado del río.
El sol, entre la fronda, ilusiona el poniente;
y, sobre flores de oro, el pensamiento mío,
crepúsculo del alma, se va con la corriente.


¿Al mar? ¿Al cielo? Qué se yo... Las estrellas
suelen bajar al agua, traídas por la brisa…
Medita el ruiseñor... Las penas son más bellas,
y sobre la tristeza florece la sonrisa.



COMENTARIO

Es un poema formado por dos estrofas de 4 versos cada una, de arte mayor con métrica regular y versos alejandrinos. La rima es consonante, y alterna, siguiendo el esquema ABAB CDCD.

Juan Ramón Jiménez en este poema destaca su amor por la naturaleza y todo lo que es bello, apareciendo en el poema detalles como el río, el sol, el ruiseñor y las flores de oro, haciendo una bonita metáfora del sol reflejado en ellas.


En esta composición realza la belleza de los paisajes teñidos de melancolía, pero a la vez de ilusión de vida. Llegada ya la madurez, ve reflejado en la naturaleza su estado de ánimo, viendo que la vida pasa igual que el agua por el riachuelo. Además, el encanto de la melodía del ruiseñor le hace sentir bien con el pasado y consigo mismo, creando así la felicidad y el bienestar final del autor y el lector.






Información extraída de: Libro de texto 4º Editorial Cruïlla y de la wikipedia.

Saludos.
Àngel Favà 4º B

1 comentario:

  1. Excelente.
    Bien hecho: bien explicado y con una bonita imagen alusiva. Eso sí, indica las fuentes de las que tomas los datos.
    Saludos,
    Francisco

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